Día Internacional del Champagne, Argentina celebra su papel en la producción de espumosos de calidad excepcional

En nuestro país, regiones como Luján de Cuyo son conocidas por producir espumosos que compiten con los mejores del mundo.  Uno de ellos es el Zamia Extra Brut, de Huarpe Riglos Family Wines.

Tendencias24/10/2024
Producción argentina de champagne

Cada cuarto viernes de octubre, el mundo alza sus copas para conmemorar el Día Internacional del Champagne, un brindis global en honor a una bebida que evoca celebración, lujo y distinción. Aunque esta efervescente tradición nació en la región francesa de Champagne, su influencia ha traspasado fronteras, inspirando la producción de vinos espumosos de alta calidad en otros países, incluyendo Argentina.

La historia del champagne comenzó en el siglo XVII, cuando el monje francés Dom Pierre Pérignon, en lugar de eliminar las burbujas de sus vinos, decidió perfeccionarlas, iniciando una revolución que aún define la calidad de los espumosos.

Aunque solo los vinos producidos en la región de Champagne pueden llevar ese nombre, los productores argentinos – en particular en Mendoza, adoptaron las técnicas tradicionales para crear sus propias versiones, usando uvas como Pinot Noir y Chardonnay, variedades clave en la elaboración del champagne francés. Como en la región francesa, el método tradicional de segunda fermentación en botella se utiliza en Argentina, aportando esa característica burbuja fina y complejidad aromática que distingue a los mejores espumosos.

En nuestro país, regiones como Luján de Cuyo son conocidas por producir espumosos que compiten con los mejores del mundo.  Uno de ellos es el Zamia Extra Brut, de Huarpe Riglos Family Wines. 

Enólogo José Hernandez Toso de Huarpe Riglos Family Wines

Zamia – lluvia en la lengua huarpe– fue creado con un corte de Pinot Noir y Chardonnay, utilizando el método tradicional, lo que implica una segunda fermentación en botella, clave para lograr su delicada efervescencia y complejidad en aromas.

El enólogo José Hernández Toso, de Huarpe Riglos Family Wines, nos cuenta que “cada etapa en la producción de Zamia está meticulosamente controlada, desde la cosecha en el momento óptimo de madurez hasta el prensado cuidadoso para obtener un mosto blanco a partir de uvas tintas.”

Agrega que “el vino base se fermenta con levaduras seleccionadas y se mantiene en contacto con ellas durante 12 meses, lo que le otorga profundidad y sofisticación al producto final. El resultado es un espumoso con equilibrada acidez, notas cítricas y florales, complementadas con sutiles toques de frutas tropicales”.

Así, mientras el mundo brinda por el Día Internacional del Champagne, Argentina también celebra su papel en la producción de espumosos de calidad excepcional, mostrando que el arte de hacer burbujas va más allá de las fronteras francesas.

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